jueves, 1 de octubre de 2009

RESEÑA-

LA SOMBRA DEL CAMINANTE


La sombra del caminante (Colombia, 2002, 89 minutos, B&N). Escrita y dirigida por Ciro Guerra. de cinco.

Reparto: César Badillo, Ignacio Prieto, Lowin Allende.

La historia de dos hombres que se conocen en las calles de Bogotá: Mañe, un hombre cojo que anda con pierna prostética en busca de trabajo, y un hombre no nombrado que anda por las calles con una silla amarrada a su espalda para ganarse la vida llevando a cuestas transeúntes a alquilar. A causa de unos percances se ayudan uno al otro. ¿Una historia sentimental de amistad? De ninguna manera.

Los espectros de la violencia ensombrecen las vidas de los dos hombres (entre muchos). La película no se mete en la política sino se ocupa de las vidas lisiadas, del peso de la culpabilidad y sobre todo de la memoria.

A través del personaje del hombre de la silla se invoca la mitología del superhéroe—pero un superhéroe mezquino, risible y irónico. Lleva unas gafas redondas y oscuras sujetadas a la cabeza con una cinta ancho con el efecto de medio ocultar sus facciones efectivamente guardando secreto su identidad. Tiene otros secretos: un maletín que el hombre protege celosamente, una planta en maceta, las hojas de la que el hombre usa para preparar un té con efectos curiosos, y su pasado es un misterio que va revelándose a lo largo de la película. Tal como cualquier superhéroe, tiene además su debilidad: una sensibilidad a la luz del sol casi enfermiza (por eso las gafas y un paraguas medio roto que le sirve de parasol mientras desempeña su oficio en la calle).

Esta pelicula nos muestra cosas de la vida diaria, de personas que tienes sueños y se meten tanto en sus sueños que los convierte en realidad aun no siendo realmente la realidad, tambien nos enseña el verdadero valor de la amistad...

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